Lo agresivo pasivo hecho
persona
Soy una pelotuda, escribí black en vez de
back en el post anterior. No me da, lo saben, lo sé, lo sabemos.
Sacando este momento tan profundo y
suavecito de conjugación verbal, quería pasar a contarles el primer round de mi
persona con Doña Niyomentiendo.
Las primeras dos semanas de trabajo
fueron a las corridas, anímicamente estaba del culo, no tenía plata y mi tía la
esquizofrénica me perseguía (lo cual se solucionó con una aclaración
contundente: la paraban o íbamos a hacer una denuncia por acoso a la policía).
Y como si todo esto fuese poco, tuve que presentar un proyecto.
Fueron días de mierda, de eso que te
planteas que algo habrás hecho en tu vida pasada por todo lo que ocurre, como
ser asesina de cachorros o algo así
Pero regresando, es gracias a ese
proyecto que la primera cascara de Doña Niyomentiendo comenzó a resquebrajarse.
Con ella, todo está bien mientras no le digas nada que ella desee y no le den.
Tengo entendido que en la institución la
relación con ella es más bien formal, ya que debido a la dejadez de su espacio
de trabajo, no es muy bien vista por los directivos que no pueden hacer más que
aguantarla cuando cada dos por tres le dan arranques de agresiva-pasiva. Decirle
algo sería alimentar su paranoia de que todos están contra ella y la persiguen.
Retomando, mi primer error fue comentarle
sobre el proyecto. Que iba a ser así y asá, que con los directivos de mi turno
íbamos a hacer tal cosa, pero por el momento tendría que arreglármelas con lo
que tuviese a mano para llevarlo adelante.
¡Para qué!
La cara se le transformó. Como si
estuviese oliendo mierda. Y me acuerdo perfectamente que luego de preguntar
algunas cosas técnicas me dijo:
Doña Niyomentiendo: Si, bueno, yo propuse
hacer algo parecido pero se ve que a la directora de mi turno no se le da bien
la tecnología porque quedó en la nada.
Ustedes preguntaran ¿qué tiene de malo?
En una persona normal pues, es un
comentario al pasar. En ella, es su macana agresivo-pasiva. Y no les culpo de no darse cuenta, a mi me
llamó la atención su cara de culo, no lo que dijo, pero cuando fui conociéndola
más, el rompecabezas tuvo sentido.
Ese “Si, yo había propuesto algo
parecido”, era un claro: no estas haciendo nada nuevo así que bue. Y “Se ve que
la directora no se le …” se interpreta como: es una ineficiente.
Y digo esto, porque yo a la directora de
su turno la conozco y no es para nada lo que ella quería pintarla. Pero claro,
la Doña ni enterada que yo había trabajado codo a codo con los que ella ahora
criticaba.
En fin.
Pendejadas suyas.
En una circunstancia así, no le di mucho
más espacio, no quería que hablase mal de gente que conocía así que intente
llevar la conversación a otro campo. Lo cual me llevo a escucharla en su
cantareta de: cómo, pero cómo, pero cómo (resaltando que aún no tenía los
materiales para llevar bien y a cavo las tareas para el proyecto). Un largo
blah, blah, blah.
Si hay algo que sabes después de tratar
con la Doña, es que tiende a la critica de otros pero jamás a la propia.
Eso y que le preguntas sobre la hora y te
contesta que está lloviendo.
El segundo round oral fue cuando publicó
su libro infantil. Si, es escritora, y tuve acceso a su material y es bueno, es
muy agradable, la recomendaría si no la padeciese.
Fue un fin de semana, en un grupo de
wassapp saltó la noticia y como correspondía, el lunes de esa semana, en cuanto
nos encontramos en el cambio de turno, la felicite. Imaginen como fue que no
recuerdo que me haya agradecido, que tampoco viene al caso, una puede tomar las
felicitaciones o dejarlas, el problema fue lo siguiente.
Comentándole sobre algo que ella me dijo,
que tenía que ver con un ilustrador, se dio tal secuencia:
Yo: me habías comentado, si…(ni me
acuerdo que más puse acá porque era referente a algo que dijo).
Doña(dada vuelva, guardando unas cosas y
con ese tono de mosca muerta que comencé a detestar ese día): ¿En serio? Yo no
recuerdo haberte dicho nada.
Mi cara:
¿En serio? ¿Qué ganas con decirme eso?
Claro que te acordabas, pero en caso que no lo hicieses, no tenías porque
ponerlo ni en ese tono ni con tanta burla, como si fuese una mentirosa que
averiguo cosas a tus espaldas, ni que fueses interesante, Maltratadora serial.
Pero no dije nada, intercambié dos
palabras más y me fui, argumentando que tenía un par de cosas que hacer.
Excusas, si me quedaba, probablemente mi cara de orto se hubiese notado y como
ella disfruta sacar de las casillas a los demás (cosa que supe en carne propia),
me hubiese jugado en contra.
Con personas como ella se dificulta
porque no hay interlocutor, por tanto, darle pelea o hacerle frente es absurdo,
es gastar energía, porque en su cabeza la realidad es pura distorsión, adaptada a
las necesidades de su enfermedad (sean consientes o no de ello).
Siente la necesidad de ser víctima, es su
lugar seguro y va a recurrir a todo lo que pueda para serlo, aunque en el
proceso maltrate y se burle de la gente.
¿Mi forma de sobrevivir? Recordarme que
está enferma, una y otra vez, aunque sea justamente lo que me haga poner los
nervios de punta.
Justo el otro día le pregunté a mi vieja
si conocía alguna persona con un problema mental buena(o por lo menos no egoísta), y en sus tantos años
(recuerden que ella matriarca) solo ha conocido a dos: uno que tocaba la flauta
frente al caserón dónde vivía de niña, y una mujer que vestía de puras flores
de la cabeza a los pies todos los días,
en la misma época.
Me pregunto porqué la vida no me envía de
esos, mansitos y que sabes no te van a joder la existencia.
No, no, me envía retobados que fastidian.
Si les digo, no miento, seguro asesinaba cachorritos
en mi vida pasada.
Esto gratis no me lo morfo.
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